Cómo combatir los efectos del uso prolongado de la mascarilla

Revisamos el impacto del uso prolongado de la mascarilla, y cómo podemos paliar los efectos no tan positivos que puede tener en nuestro organismo.

Recientemente compartí un artículo en el que hablaba sobre cómo está afectando la situación que estamos viviendo a causa de la pandemia, a nuestro equilibrio cuerpo-mente. En este segundo artículo de la serie, quiero hablarte de cómo el uso de la mascarilla nos influye a muchos niveles.

Esta barrera de protección frente al contagio, aun tan necesaria en estos momentos, no deja de tener cierta influencia para nuestra salud y bienestar.

Por ello, hoy vamos a revisar el impacto del uso prolongado de la mascarilla, y cómo podemos paliar los efectos no tan positivos que puede tener en nuestro organismo.

Aunque hay diferentes visiones sobre el impacto de la mascarilla en la salud, su influencia sobre la respiración es clara, por lo que nos centraremos en este punto.

El impacto de la mascarilla en la respiración

En este artículo, anterior a la pandemia, hablé sobre los beneficios asociados a una respiración adecuada; fisiológicos, posturales, digestivos, para el estrés o para el descanso.

Y es precisamente esa buena respiración la que puede verse afectada por el uso prologado de la mascarilla.

Según explica David Díaz Pérez, coordinador del Área de Enfermería de la Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica (SEPAR), «la mascarilla es una barrera física que cambia la sensación al respirar, hay personas que respiran de una forma más superficial cuando llevan mascarilla, más fuerte o más rápido, como si tuvieran sed de aire” .

Lo que sucede (usos incorrectos aparte), es que muchas personas, cuando la utilizan, comienzan a inspirar por la boca, intentando aumentar el volumen de aire que inhalan. Un cambio de respiración que es una respuesta automática del organismo que, al reconocer una menor entrada de aire, trata de este modo de oxigenar mejor.  

A pesar de la buena intención de nuestro organismo, con esto hace que aumente la tensión de la musculatura de nuestra mandíbula, y la de los músculos implicados en la respiración: diafragma, intercostales y esternocleidomastoideos.

Y,  como todo músculo con un tono excesivo, esto tiene consecuencias en nuestro bienestar.

Por ello, es importante realizar ejercicios para liberar la tensión de estos músculos, como los que te cuento en ese vídeo, en el que también te explico cómo hacer una correcta respiración diafragmática.

Estos ejercicios, recomendables siempre, te invito a que trates de realizarlos con más frecuencia aún, en caso de que utilices la mascarilla durante periodos prolongados de tiempo en tu día a día.

Realizarlos varias veces a la semana, o incluso cada día durante 3-5 minutos, puede ayudarte a mantener esta musculatura tan importante con un tono adecuado. Además, te animo a que, si tú también tienes esta tendencia a respirar por la boca, pongas consciencia y reconduzcas tus inspiraciones a su lugar adecuado: la nariz.

Otros efectos en las vías respiratorias

Por otro lado, el uso de la mascarilla también aumenta la sequedad en la boca y en las fosas nasales, lo que hace que se cierren y se reduzca aún más la entrada de aire.

Para evitar este efecto, te propongo unos sencillos ejercicios:

  1. Suénate enérgicamente la nariz, para abrir los orificios y limpiarlos. Suena un caño cada vez, dos o tres veces cada uno.
  2. Realiza un suave masaje de la zona para relajar la musculatura y favorecer la apertura de las vías respiratorias.
  3. Tracciona del pómulo con la intención de abrir más el caño nasal, a la vez que cierras el otro. Sin soltar el gesto, respira profundamente varias veces.

Mucho mejor, te las explico gráficamente en este vídeo:

Como ya sabrás si llevas tiempo por aquí, siempre me gusta apoyar lo que comparto en este blog con estudios científicos. Esta vez, y tras mucho análisis, no he encontrado ningún estudio actual que merezca mi confianza.

Pero sí te dejo por aquí este artículo respecto a la influencia de las mascarillas quirúrgicas, publicado en 2008, sobre un estudio que se hizo en operaciones de larga duración, en el que se observó cómo en la primera hora de operación la oxigenación de los cirujanos bajaba. En este estudio destacaron que el uso de la mascarilla podía ser un factor determinante, junto al estrés de la propia intervención.

Próximamente…

En los siguientes artículos de la serie me enfocaré en cómo los cambios que se han producido en nuestra rutina diaria, están afectando a nuestro cuerpo físico (como, por ejemplo, con la aparición de nuevos dolores, especialmente en la espalda, o la cronificación de los ya conocidos), y te contaré técnicas para paliarlos.

Y, cómo no, también me adentraré en la regulación mental, tan importante como la física. Como apunta el Dr. Ricardo Angora, vocal del Ilustre Colegio Oficial de Médicos de Madrid y psiquiatra, en estos tiempos, más que nunca, “son necesarias técnicas de disminución de la activación mental: meditación, control de la respiración, relajación muscular…”.

Lo veremos en profundidad.

Y a ti, ¿Qué sensaciones te produce el uso de la mascarilla? Te leo en comentarios.

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